Tu pon un código QR, que mola, aunque no sirva para nada

Últimamente vemos códigos QR por todos lados: en las latas de Coca-Cola,  en las estanterías de los hipermercados (Lidl), en los envases de zumos Don Simón,…

Muchas de estas campañas no tienen demasiado sentido, ya que lo único que hace es llevarnos a la web de Coca-cola, Don Simón,… o como mucho de algún concurso, promoción,… Queda muy chulo, muy moderno, pero en realidad aporta muy poco al cliente que escanea el código QR. Hay un montón de usos que se le habrían podido dar, como información turística concreta, ofertas puntuales y especiales para los lectores QR,… e definitiva, cualquier tipo de personalización que aporte un valor añadido al cliente.

Lo más alucinante que me he encontrado es el caso de Estrella Galicia Selección, una cerveza que probé hace poco y que, todo sea dicho, está muy buena (la recomiendo). En la parte posterior del envase, acompañada de un código QR, pone lo siguiente:

Nos gustaría saber tu opinión sobre esta nueva cerveza. Si quieres participar en su valoración captura el código bidi o entra en seleccion.estrellagalicia.es y dinos qué te parece”.

Lo primero que me chocó es cómo se les pudo colar que eso que tenían impreso es un código Bidi, ya que realmente es un código QR. Vale, le pasó lo mismo a Montoro en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, pero que nadie en una empresa reparara en esto…

Pero lo que más me sorprendió fue que al tratar de leer el código QR mi lector no fuera incapaz de leerlo. Le pedí a un amigo que hiciera lo mismo con su móvil y tampoco leyó nada: ni con NeoReader para iOS ni con Barcode Scanner para Android fuimos capaces de leerlo. ¿De verdad ninguna persona de Estrella Galicia (departamento de producción, calidad, márketing,…) trató de leer el código para ver si llevaba o no a su destino?

¿Y de verdad ponen un código QR para que sus consumidores opinen en su web sobre la cerveza que están tomando? Espero que no se estén preguntando por el poco éxito de la campaña.

ReadWriteWeb y Enrique Dans publican dos artículos en los que prevén la muerte del QR, superado por tecnologías como NFC, incorporado cada vez en más teléfonos o por RFID. Creo que es una tecnología que puede continuar usándose debido a su bajo coste de uso (no está sujeta a licencias, la generación de los códigos QR es técnicamente muy sencilla y los clientes software de lectura son gratuitos y de uso simple)  pero siempre que su uso sea el adecuado y no el que la mayoría de empresas le están dando: no aportar valor diferencial a su producto.

 

Sobre las RSS y su escasa implantación

A través de este blog llego a una tremenda reflexión de Marshall Kirkpatrick, co-editor del blog de tecnología ReadWriteWeb, es probablemente una de las dos personas en el mundo que cree mas que yo en el uso de RSS.

My take on it is this, and I’ll try to say this without getting too upset about it: the lack of uptake of RSS reading software by consumers and businesses is among the turns of events in recent technology history that’s most disparaging of the state of humanity. That a personalized, centralized repository for updates from dynamic streams of information delivered by free trusted sources of democratic publishing all over the world has had its tech-lunch eaten by mind-rotting casual Flash games on Facebook is as depressing as the way that public education dreams were dashed when the promise of television became its reality. It’s like the psychedelic dreams of Harvard’s Dr. Timothy Leary becoming the wretched, heartbreaking narcotic drama of the TV show The Wire. It’s terrible. It’s reason to pack it all up and go home.

Que, traducido, viene a decir:

Mi opinión es esta, y voy a intentar decirla sin sobresaltarme demasiado: La falta de adopción del software de lectura RSS por parte de los consumidores y de los negocios es uno de los sucesos en la reciente historia tecnológica que peor habla del estado de la humanidad. Que un repositorio personalizado y centralizado de actualizaciones hechas a través de canales dinámicos de información ofrecidos por fuentes gratuitas y confiables de publicación democrática en todo el mundo haya sido ignorado tecnológicamente y reemplazado en la atención popular por jueguecitos que pudren la mente hechos en Flash en Facebook es tan deprimente como la manera en la que los sueños de la educación pública se quebraron cuando la promesa de la televisión se volvió su realidad. […] Es terrible. Es razón para empaquetar todo y marcharse a casa.

Soy de los que lleva años, ya no sé cuantos, accediendo diariamente a toda la información que leo a través de Google Reader, mediante los feeds que tengo agragado. Antes lo hacía a través de Netvibes.

Aún me cuesta entender, moviéndome en un sector tecnológico, que la gente que me rodea apenas utiliza lectores RSS. Prefieren navegar página a página, con la pérdida de tiempo y la saturación de información que ello supone. Con un lector RSS vas leyendo titulares de una forma rápida y accedes solo a aquellas noticias que te interesan. Cuando acabas, marcas todos como leídos y hasta la próxima revisión.

De vez en cuando logro convencer a alguien de que utilice un lector RSS. Cada vez que logro “evangelizar” a una persona en su uso, creo que mi karma aumenta 😉 Si aún no utilizas un lector RSS, ¿a qué estás esperando?