Creo que cada vez es más frecuente que se rían en nuestra cara.
Me baso en un suceso ocurrido en Washington, donde una elección local se saldó con 326 votos reales y 1500 generados por la máquina de forma artificial. Hasta aquí todo “normal”, el típico tongo o pucherazo que este tipo de máquinas puede introducir.
Lo más curioso es la cara dura que hay que tener para tratar de justificar lo injustificable con frases como ésta:
“One of the many possible causes could be an electric charge or static discharge”
El “típico” problema de la electricidad estática, creando votos aleatorios por doquier.
Podrían haber elaborado un poco más la justificación, ya que esta no pega ni con cola.
Some city residents, like Beatrice Fink, laughed at the explanation. Resident Eddie Jewett said, “Could have used a more elaborate one than that.”
Otra prueba más de la inseguridad que puede traer este tipo de máquinas, y sobre todo cuando el software no es libre, y por lo tanto no puede ser auditado libremente.