En la tarde/noche del 6 de octubre de 2010 las webs de la SGAE y del Ministerio de Cultura fueron siendo atacadas, mediante un ataque DDOS, por una iniciativa de un grupo de ciberactivistas denominado “Anonymous”, que opera en el portal americano 4Chan. Este ataque se llevó a cabo dentro de una iniciativa denominada “Operation Payback”, mediante la cual realizaron ataques organizados de denegación de servicio contra diferentes objetivos en respuesta al intento de cierre de webs de intercambio libre de ficheros.
De esta iniciativa se hacen eco varios portales tecnológicos, como Barrapunto, Menéame o Hacktivistas o blogs como el de Panda Labs. La acción está coordinada desde la web http://tieve.tk/. Los motivos con los que tratan de justificar el ataque son los siguientes:
“Paying the government for digital media is ridiculous. The artist who makes music wants to be paid. Music labels want their fair share for producing, watchdogs want their share and thanks to the Spanish Ministry of Culture, the government assumes an additional profit. The result is an extraordinary high price for music, or a minimal fee for the artist (the one that should be rewarded instead!). The SGAE has as slogan “Believe in culture”, while they restrict new creativity by preventing that creativity is shared. They lobbied this Canon Law, which states that suspected piracy websites can be taken down without a court order. This is a danger to freedom of speech, since any site can just be taken down with the excuse that intellectual property is hosted. The “Ministerio of Cultura” should get a message that their current course will only lead to more controversy and protest.”
Todo indica que tratan de apoyarse en la ley Sinde, mediante la cual una web podrá ser cerrada sin resolución judicial (en este enlace en El Mundo explican cómo sería el trámite para el cierre). Aunque otras fuentes indican que es una respuesta a un ataque previo (también DDOS) contra sitios de intercambio de enlaces.
Sea cual sea la causa del ataque, me parece una acción totalmente desafortunada, ya que se consigue:
- Un daño mínimo, al bloquear las webs de la SGAE y del Ministerio de Cultura una tarde y una noche.
- Una gran repercusión, tanto en los medios electrónicos (serán Trending Topic en Twitter y en otras redes sociales) como en los medios de comunicación tradicionales: El Mundo, El País, RTVE,… tienen noticias en portada de sus webs hablando del ataque.
En definitiva, lo que creo que se consigue con este tipo de acciones es poner a la SGAE y al Ministerio de Cultura como los buenos del asunto.
Si realmente quisieran hacer daño, lo lógico sería un DDoS continuado durante semanas, para que los atacados tuviesen que replantearse sus acciones. Podría ser la “guerra” entre las sociedades “protectoras” de los artistas y la scene hacktivista.
En dos buenos artículos, de Carlos Sánchez Almeida y de Delia Rodríguez, podéis ampliar la información sobre esta acción.
Te estás haciendo mayor, Jesús. Ya no dejas ni el consuelo del pataleo. Protestar, patalear, ante un mundo injusto y manejado por cuatro listillos ahí arriba. No otra cosa hacen con esto. Sgae y Sinde son sólo víctimas de su estupidez y de su caradura.
Almeida es un abogado y está demasiado influenciado por eso. Será delito en Navidad, vale… ¿y? ¿van a meter a cientos en la cárcel por esta tontada? No sé si recuerdas a los objetores de la mili: pues eso.
Las leyes injustas no son ley: son una forma de violencia del Estado.
Somos legión.
Sinde pírate.
Algunos no reconocen una revolución ni cuando la tienen debajo de la nariz. No, los ciberataques que mantienen ahora mismo caídas las páginas de la SGAE, del Ministerio de Cultura y de Promusicae nada tienen que ver con una chiquillería, con ciberdelincuentes ni con convertir a nadie en víctima. Esa interpretación es un craso error. Los ataques representan una legítima forma de protesta: cuando una serie de lobbies acosan a los ciudadanos, pretenden criminalizar masivamente a toda una sociedad, presionan para cambiar las leyes con el fin de enriquecerse con modelos de negocio imposibles en la era digital o imponen cánones como pseudoimpuestos arbitrarios que los ciudadanos tienen que pagar sí o sí, los ciudadanos, tras infinitas agresiones, se organizan y protestan. Ante un Ministerio de Cultura que es en realidad un “Ministerio de la Industria Cultural” y que actúa como títere en manos de estos lobbies, metiendo disposiciones finales al dictado en el medio de leyes en tramitación y participando en declaraciones grandilocuentes en las que tildan al ciudadano de delincuente, no se puede reaccionar poniendo la otra mejilla. Entre otras cosas porque iríamos ya por la quinta o sexta mejilla, y solo tenemos dos. Ellos conspiran en la calle y en los despachos. La red reacciona desde la red. De manera anónima, descentralizada, sin una organización ni un líder detrás. Anonymous no es un partido, ni una empresa, ni nada que se le parezca. Una protesta genuinamente ciudadana, de los ciudadanos de la red.
Enrique Dans hoy en su blog…
Como Fray Luis, podría empezar yo con: “Decíamos ayer…”