Pues es la última bomberada de un político, bloquear un tipo de contenido por defecto; esto es, que los ingleses que quieran tener acceso a sitios pornográficos tendrán que solicitarlo, ya que, según Cameron, está “corrompiendo a la juventud”. Además la posesión de vídeos que simulen violaciones serán ilegales y se filtrarán determinadas palabras en los buscadores.
Podrá gustar o no esta medida, pero se trata de censura y de un claro ataque a la neutralidad de Internet tal y como la conocemos. ¿Qué será lo próximo que los gobernantes quieran filtrar?
Dejo un enlace a un artículo muy interesante en el que Paul Bernal se plantea 10 cuestiones sobre esta censura, entre las que están:
- ¿Quién va a decidir qué es “pornografía” y cómo lo va a hacer?
- ¿Qué más se puede censurar? ¿Ideas políticas? ¿Material violento? ¿Lo que no nos guste?
- ¿Cómo se protegerá la privacidad de la gente que opte por seguir teniendo acceso?
- Y para mi, la más determinante, ¿realmente cree Cameron que con esta decisión se va a detener la corrosión de la infancia y juventud?
Me recuerda a las palabras del pastor Martin Niemöller: “Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí“.
¿Para cuándo en el resto de Europa, en USA,…? Todo sea por la defensa de la infancia, panda de hipócritas.