La autoridad de la competencia francesa acaba de prohibir temporalmente la distribución en exclusiva del popular teléfono iPhone, fruto del acuerdo entre France Telecom SA y Apple Inc., tras una reclamación presentada contra este pacto por el operador de telecomunicaciones Bouygues Telecom.
El regulador indica que este contrato de exclusividad introduce un nuevo factor de rigidez en un sector que ya carece de competencia.
Era hora de que las autoridades de la competencia entraran a tratar este tipo de asuntos.
A ver en qué momento ocurre esto en España, ya que existe una situación muy similar, al distribuir Telefónica Móviles, líder en este sector, el mismo teléfono.
Lo que me pregunto es cómo van a obtener el resto de compañías las unidades necesarias para ponerlas en el mercado, ya que Apple se puede negar, o, por lo menos, poner impedimentos para la venta de los teléfonos a las compañías: las comprarán en otros países, como hizo Simyo en España, al distribuir unas pocas unidades de este teléfono,…
Otra cuestión importante es el precio al que va a vender Apple estos equipos, pudiendo darse casos en los que sea más rentable comprar el teléfono a la operadora dominante que a otra competidora.